lunes, 18 de mayo de 2009

Los músculos






Los músculos
Son una masa de tejido compuesto de fibras contráctiles que sirven para producir el movimiento en el ser humano y en los animales.

¿Cómo son los músculos?
Todo el cuerpo está casi completamente cubierto por músculos, desde la cabeza hasta los pies. Sin ellos no podríamos movernos solos, porque ellos le dan el movimiento al cuerpo. Su utilidad varía según el uso, por ejemplo, algunos músculos están para accionar las extremidades, mientras otros ayudan a que vayan avanzando los alimentos en el tubo digestivo.



¿Qué clase de músculos tenemos?

Existen tres clases de músculos: los estirados, los lisos o involuntarios y el músculo hueco.
Los músculos estirados son largos, finos y hechos de una multitud de fibras agrupadas en haces. Tienen un color muy rojo por su alto contenido de sangre. Están adheridos a los huesos por los tendones. Al contraerse estos músculos pueden ser vistos bajo la piel, su contracción usualmente son mensajes recibidos del cerebro, esto quiere decir que son movimientos que realizamos de manera consciente.
¿Qué es un calambre?
El calambre es cuando un músculo cansado permanece contraído un tiempo demasiado largo, y produce dolor. Pueden ser provocados por la falta de calcio, potasio o magnesio, sustancia minerales que se encuentran en los alimentos o medicinas.

¿De qué manera podemos mantener en forma nuestros músculos?
El ejercicio regular y la buena alimentación ayuda a mantener los músculos sanos. La inactividad de un músculo, su falta de uso o el no hacerlo trabajar, puede traer como consecuencia una atrofia y el músculo se va desapareciendo, se va fundiendo progresivamente. La buena alimentación implica un balance entre prótidos, glúcidos y lípidos. Las carnes, el pescado y los huevos, son prótidos, indispensables para los músculos y ayudan en la recuperación después de una enfermedad. Los glúcidos o azúcares aportan gran parte de nuestra energía y esto nos permite mantenernos activos.




Salud corporal y mental

Salud Corporal
Para mantener el equilibrio del cuerpo es indispensable estar saludable, es decir, conseguir que todos los órganos trabajen en armonía. Para esto, es necesario una adecuada alimentación, el ejercicio diario, la visita al odontólogo, al oftalmólogo y al especialista. Sin embargo, el médico no es el único responsable de nuestra salud, cada uno de nosotros debe velar por su propia salud, comenzando con los cuidados mínimos como:

Bañarse diariamente. Para limpiar la piel de microbios, polvo, y prevenir los malos olores, conviene realizar el baño diario con abundante agua y jabón.

El baño diario estimula el organismo y da sensación de bienestar. Si no puedes bañarte por alguna razón debes asearte los órganos genitales (masculinos o femeninos) diariamente con agua y jabón

Tu cabello debes mantenerlo limpio, así que debes lavarlo con frecuencia y utilizar champú y agua.

Lavar las manos antes, después de cada comida y después de orinar y defecar.

Debes cepillar tus dientes al levantarte, al acostarte y después de cada comida, así evitarás las dolorosas caries y eliminarás la placa dental o sarro de los dientes.

Debes cambiarte de ropa con frecuencia y cambiarte la ropa interior todos los días. Nuestra ropa debe estar siempre limpia.

Corta las uñas de las manos y de los pies con frecuencia. Recuerda que el sucio y los microbios se acumulan en la piel que está debajo de las uñas.

Todas estas normas higiénicas deben convertirse en hábitos para lograr una salud corporal.

Salud Mental
Cada uno de nosotros tiene una ocupación, trabaja, estudia... Pero si nos dedicamos al trabajo o al estudio durante demasiado tiempo o con mucha presión podemos agotarnos física y mentalmente. El agotamiento nos perjudica, nos oscurece la mente y entorpece el pensamiento, necesitamos por lo tanto descansar. Así como nuestro cuerpo necesita de ciertas normas para mantenerse sano nuestra mente también requiere de ciertas normas o actividades que ayuden a mantener la salud mental.
Actividades que nos ayudan a mantener la salud mental:

Acostarse temprano.

No ocupar todo el tiempo libre en ver la televisión y en videojuegos. Éstos en realidad no son aconsejables para descansar, aparte que daña mucho los ojos.

Invertir el tiempo libre en actividades deportivas, recreación en parques, playas o montañas.
Relajarse con alguna práctica cultural: visitar el teatro, cine, oír buena música.

Comunicar y expresar los sentimientos: amor, alegría, miedo...

Valorarnos como persona para que crezca sana la autoestima.

Distribuir bien el tiempo para el estudio y el descanso.



El cuerpo humano











¿Qué te parece esa máquina biológica llamada cuerpo humano? ¡Sorprendente! ¿ verdad ? . Dentro de este espacio encontraremos lo relacionado con nuestros huesos y músculos.

¿Cómo son los huesos?


Todos los huesos externamente presentan una estructura dura y compacta sin embargo el interior de los huesos es liviano y esponjoso.


Al conjunto de todos los huesos que tiene el cuerpo se le llama esqueleto. El esqueleto funciona como una armazón para mantener erguido el cuerpo, y como una caparazón para proteger los órganos.


Es bueno saber que los huesos por sí solos no pueden hacer nada. Los huesos se mueven porque las articulaciones y los músculos le dan movimiento.
Los huesos se comienzan a formar desde el vientre de la madre, donde crecen y se desarrollan. En el momento del nacimiento, los huesos del bebé son blandos y son como cartílagos. A medida que va pasando el tiempo, año tras año, los huesos van endureciendo y creciendo. Alrededor de los veinte años, los huesos han endurecido y el esqueleto se ha transformado en un verdadero soporte del cuerpo que nos mantiene erguidos.

¿Cuántos huesos tenemos?
¡Nuestro esqueleto tiene doscientos seis huesos!. La forma de los huesos depende de la función que realizan. Existen huesos cortos como las vértebras, planos como los de la cadera y largos como los de los brazos y las piernas.
En el oído se encuentra el hueso más corto, llamado estribo y mide tres milímetros. Mientras que el hueso más largo se encuentra en el muslo, llamado fémur y su medida es de cincuenta centímetros.

Sabemos que los huesos son la parte más dura de nuestro cuerpo pero debemos cuidarlos ya que ellos también pueden sufrir roturas o fracturas.

¿Qué es una fractura?
Cuando sufrimos una caída o un golpe muy severo puede pasar que se rompan uno o varios huesos, a esto se le llama fractura. Cualquier hueso es capaz de curarse o soldarse siempre que se tomen las medidas adecuadas. Si se deja pasar una fractura sin recurrir al médico sucede que el hueso se solda mal y queda de por vida torcido. Sólo si las partes rotas están perfectamente alineadas, una junto a la otra los huesos se soldarán debidamente. Es común, el uso de un yeso, férula, placa o tornillos, según la gravedad de la fractura, estos instrumentos, son usados para mantener inmóvil el área afectada.

¿Cuáles son los mejores alimentos para los huesos?
Es muy importante que nuestros huesos se endurezcan durante nuestro crecimiento, esto evitará que tengamos problemas con ellos. El calcio y la vitamina D son esenciales para mantener nuestros huesos en perfecto estado. El calcio se encuentra en la leche, el yogurt y el queso. Pero el calcio sólo será útil si está presente la vitamina D para descomponerlo, así el organismo lo podrá absorber. La vitamina D se obtiene a través del sol, por eso, y por otras razones, es que las madres asolean a los niños cuando están pequeños.

Los 5 sentidos
La vista
Órgano de la visión, formado fundamentalmente por una cámara cerrada, con una parte anterior transparente que da acceso a la luz, y una parte inferior donde se encuentran los rayos en una zona sensible formándose una imagen.

¿Cómo es el ojo?El ojo es redondo y más pequeño que una pelota de ping-pong. La parte por donde se ve esta protegida por una membrana transparente llamada "córnea". La córnea está constantemente barrida por los párpados para limpiar el polvo que pueda tener o cualquier objeto extraño que pueda caer. En el centro del ojo se encuentra el iris. Éste es de color verde, azul, avellana o muy oscuro, dependiendo de la herencia de la persona.
El iris es un músculo que cubre la pupila y el círculo que deja en el centro, se ve negro. Cuando hay poca luz los músculos del iris abren más este círculo, a esto le llamamos dilatación. Cuando hay mucha luz, los músculos se contraen, y la apertura se vuelve más pequeña. De esta manera sólo deja entrar en la pupila la cantidad de luz necesaria.
El oìdo
El oído es el órgano el cual se encarga de oír y distinguir sonidos.
El órgano del aparato auditivo está constituido por:
El Oído Externo: (pabellón y conducto auditivo externo) que tiene la función de amplificar los sonidos. El pabellón auricular recoge los sonidos y a través del conducto auditivo externo, los transporta al oído medio.
El Oído Medio: (caja del tímpano y sistema tímpano-osicular) se encuentra al final del conducto auditivo allí se encuentra el tímpano, una membrana delgada que separa el oído externo del medio. La caja timpánica comunica con la faringe mediante la trompa de Eustaquio, un conducto que tiene la función de mantener, en el interior del oído, una presión igual a la externa. De esta manera, el tímpano puede vibrar sin sufrir daño. Cuando las ondas sonoras alcanzan el tímpano, éste produce vibraciones que son transmitidas a los tres huesecillos del oído medio: El martillo, el yunque y el estribo.
El Oído Interno: Los tres huesecillos transmiten las vibraciones a la membrana que separa el oído medio de interno donde se encuentra el caracol (laberinto y cóclea). En el caracol está el órgano de Corti, constituido por un gran número de células cilliares que al moverse transforman las informaciones sonoras en impulsos eléctricos y los transmiten al cerebro que los analiza, interpreta y memoriza, permitiéndonos oír. Adjunto a este órgano se encuentra en, una especie de galería, unos canales semicirculares llenos de un líquido llamado endolinfa. A cada movimiento de la cabeza este líquido se mueve estimulando las células ciliadas presentes a lo largo de los canales. Este órgano es el que interviene para restablecer el equilibrio impartiendo órdenes adecuadas a los músculos.
¿Cómo escuchamos?
Los sonidos están producidos por las vibraciones del aire y se propagan como ondas sonoras. Las cuales entran por el conducto auditivo externo hasta el tímpano, que es una membrana móvil, haciéndola vibrar armónicamente.
El gusto
Órgano muscular móvil insertado en el suelo de la boca y recubierto de una mucosa donde residen los órganos del gusto.
Durante la deglución (consumo de alimento) la lengua se mueve arriba y atrás, la laringe se eleva, la epiglotis cierra la entrada de la tráquea y el paladar blando separa la cavidad nasal de la faringe. La saliva, secretada desde tres pares de glándulas salivales, lubrican los alimentos facilitando la deglución; también comienza la descomposición química de los alimentos y favorece la degustación.
En la lengua se encuentran las papilas gustativas que tienen forma de hongo, de cáliz o de hilos. Las papilas contienen los cálices gustativos, formaciones microscópicas en las cuales se encuentran las células especializadas, los receptores, capaces de percibir los sabores.
Las moléculas del alimento, se disuelven en la saliva para poder penetrar en la papila y entrar en contacto con los receptores que están unidos al cerebro. El cerebro interpreta las señales de los receptores permitiendo sentir los sabores.
Cada grupo de papilas perciben diferentes sabores. Las papilas que perciben lo amargo se encuentran en la zona posterior de la lengua, las que advierten los sabores dulces y ácidos están concentradas sobre la punta y las sensibles a lo salado están distribuidas en toda la superficie.
El olfato
Órgano olfativo que consiste en dos cavidades (fosas nasales) revestida de una membrana mucosa (pituitaria) que por la parte posterior comunica con la faringe.
Con cada inspiración, el aire pasa al interior a través de la cavidad nasal, la faringe (garganta), laringe (caja de resonancia) y tráquea (gaznate) hasta los pulmones. La cavidad nasal calienta y humedece el aire y diminutas capas en su revestimiento interior protegen la vía respiratoria frente al daño que podría causar algún cuerpo extraño.

Igual que muchos órganos del cuerpo, el aparato olfatorio se halla duplicado (tenemos dos fosas nasales) actuando cada circuito de una forma independiente.
Los receptores sensoriales del olfato se encuentran en el techo de la cavidad nasal, y está compuesta por millones de células pequeñas agrupadas de una forma muy comprimida, llamadas células olfatorias.

Cada célula olfatoria tiene alrededor de una docena de pequeños cabellos, los cilios, que se proyectan dentro de una membrana de moco. La humedad ayuda a aumentar los olores. Según se evapora el "agua" de las sustancias, conduce pequeñas partículas de la misma al aire y éstas son captadas por las células olfatorias. Las moléculas del alimento en suspensión en el aire estimula los cilios de los receptores que envían al cerebro sus señales a través del nervio olfativo. Las células olfativas reaccionan sólo si entran en contacto con determinadas moléculas.
El tacto
¿Has observado alguna vez un zancudo, una mariposa, una abeja, o cualquier otro insecto posarse sobre la piel?. ¿Te has detenido a ver como intentan penetrar al interior del organismo?, pero apenas logran picar, esto gracias a la piel que actúa como un escudo protector contra todos aquellos agentes externos.
La piel es el órgano principal del sentido del tacto. Dependiendo de la función que ejerza y del lugar del cuerpo donde se encuentre, se presenta en aspectos muy diversos: flexible y frágil en unas partes (cara), gruesas y resistente en otras (planta de los pies y palmas de las manos), recubierta de un bosque de pelos (Axilas, genitales y cabeza) o prolongándose en láminas córneas (ojos).
¿Cómo está formada la piel?
La piel, no importa en qué lugar del cuerpo se encuentre, siempre presenta una misma estructura. Está formada básicamente por la epidermis, la dermis y la hipodermis.
Epidermis: Es la capa más superficial de la piel, la que se puede observar a simple vista.
Dermis: Es la capa que está debajo de la epidermis, es la capa más gruesa. Su estructura es más
flexible, da su elasticidad a la piel.
Hipodermis: Es la más profunda. En una persona gorda puede ser muy gruesa. Es un amortiguador y al mismo tiempo un aislante térmico.